Dicen que todo escritor tiene su Musa. Yo hace tiempo que busco la mía, la he buscado por parajes inhóspitos, la he buscado por el cielo y el infierno, la he buscado en tierras de los antiguos reyes , la he buscado por universos, galaxias, planetas, países, mares, ciudades, calles… la he buscado hasta en su casa, y no estaba. Y es que mi Musa es distinta, la mía viaja por otro camino, ese que tus ojos no ven y tus oídos no escuchan, ese en el que has de mirar a tu corazón y allí podrás escucharla.
Memento homo es!
Memento homo es!
viernes, 2 de diciembre de 2011
viernes, 4 de noviembre de 2011
¡Oh!
¡Oh, fruta prohibida! ¡Oh, manzana sagrada! Porque me hiciste probarte, si luego no podía comerte. ¡Oh, tabaco de mi corazón! ¡Oh, Absenta querida! La que por momentos me daba la vida, pero en realidad me la quitaba. Me hiciste creer tu soldadito de plomo, pero cansada de jugar conmigo me arrojaste al fuego. Me hiciste caer en tu hechizo. Como una araña ibas tejiendo tus engaños y yo, como un estúpido, caía. Me hiciste creer que yo era un dios y tu mi Ambrosía.
viernes, 6 de mayo de 2011
Cómo conocí a...
Muro de la amistad. |
Empezamos hablando de las típicas maneras de cómo conocer a alguien, que son… porque compartes clases o trabajo, que te le presente un amigo, que vuestros padres sean amigos, la gente del pueblo, familiares, et cetera. Aparte de estas hay otras mil maneras en las que conoces gente y cada una distinta y más apasionante. Ahora os contare algunas de mis historias y de la gente que en ellas conocí. Por ejemplo, está esa gente que conoces en los botellones cuando vas muy pedo y hablas con cualquier persona aunque no la conozcas, por no hablar de esa gente con la que compartes alguna afición y estés donde estés no puedes dejar de hablar con ella, esto como bien he dicho puede suceder tanto en botellones como en conciertos, expos, firmas o cualquier lado.
También está mi extraña manera de conocer gente por “mi primo el batería de MURO” ya porque mis amigos le digan a la persona que soy el pesa’o que tiene un primo que es batería de MURO, o por la pequeña posibilidad de que la persona conozca MURO y lo flipe con migo. Otro de los lugares donde más migas se hacen son en las colas de los lugares como pueden ser la de un concierto o la de una firma de discos, la larga espera te acaba permitiendo mantener una relación con cualquier persona; como una vez que junto a dos amigos fuimos a la firma de discos de FITO & LOS FITIPALDIS, en la que permanecimos 5 horas de espera y mientras tanto conocimos a diversa gente con la que nos intentaríamos colar como fuera o fuese en el FNAC, pero esta historia ya la contare otro día.
MURO, grupo de mi primo. |
Hawaiano, plaza Santa Ana. |
Pero ante todas, una de las que más me gusta contar, es la historia que al principio os contaba de cómo nos conocimos mi amigo y yo. Era un caluroso día cercano al verano, tanto en su clase como en la mía, no teníamos clase por razones que desconozco. El andaba sentado en unos escalones y junto a un amigo de mi clase que era amigo suyo nos acercamos a hablar con él y estuvimos debatiendo sobre interesantes temas que teníamos en común como series, películas, videojuegos y música con lo que estuvimos hablando un buen rato. Un rato después unas amigas mías habían cogido una cuerda y estaban jugando al Limbo, a lo que nos apuntamos. Él quedo alucinado de cómo jugaba al limbo, y flipo cuando le conté que hacia Wu-shu (Kung-fu). A partir de ese momento cada vez que nos cruzábamos me preguntaba por mis aventuras, y le gustaba poner a cualquier cosa que me perteneciera el prefijo Ros-, poco a poco nos fuimos juntándonos más, hasta acabar siendo uno de mis mejores coleguis y compañero de bebercios. Por todo y por eso GRACIAS VIBI.
Mi alocado amigo Vibi. |
Siempre tendré una interesante aventura que contar.
lunes, 4 de abril de 2011
Alejandro Magno: Diario de exposición.
Alejandro III de Macedonia, hijo de Filipo II y de Olimpia, fue el mayor emperador que la historia ha visto jamás. Alejandro fue alumno de Aristóteles y fue entrenado en el arte de la guerra, así junto a su caballo Bucéfalo y su gran ejercito, derroto al imperio Persas y su a rey Darío III, entre muchos y fundo grandes ciudades como Alejandría; unifico las lenguas y los pueblos, conquistando más de medio mundo conocido. Cuando ya decidió emprender el viaje de regreso, a mitad de este, falleció en Babilonia, la ciudad que años atrás le había enamorado y por eso había decidido nombrarla la capital de su imperio.
El pasado día 24 de Marzo visitamos la exposición de Alejandro Magno, con el instituto, en la plaza de La Castellana que estará abierta hasta el 3 de Mayo. La excursión comenzaba a las 12 aproximadamente, así que salimos del instituto a 3º hora, sobre las 10:25. El viaje era en metro por tanto nos esperaba un largo viaje. Al llegar allí, todavía nos quedaban entre 30-45 minutos para entrar, pero como cerca había una churrería no se nos hizo muy larga la espera. Sobre las 12 entramos y nuestra profesora, Beatriz, nos dio las entradas y unas gafas de 3D. La exposición comenzó en una sala en forma de cine, donde vimos un mini documental en 3D sobre la infancia de Alejandro y sobre Alejandría. Después pasamos a entrar en la verdadera exposición donde pasamos por un detector de metales y luego un ropero donde podíamos dejar los abrigos y mochilas, asique nos equipamos con nuestro mapa, nuestros cuadernos, un bolígrafo, y las gafas de 3D y entramos en la primera sala.
En la “Sala 1-Héroe y mito” pudimos ver diferentes objetos que representaban temas y mitos relacionados con Alejandro, como, un ánfora de Aquiles y Áyax, una terracota de Eros, etc. De los cuales teníamos que coger dos objetos por cada sala, para un análisis de la excursión. Después, bajando un largo pasillo entrabamos en la “Salas 2 y 3-Imperio Persa” y al final de este pasillo había una figura de Alejandro montado a lomos de Bucéfalo, y a su alrededor un grupo de personas que escuchaban con atención la voz de la guía que se encontraba en medio de grupo de personas, varios de nosotros aprovechamos para escuchar las maravillosas historias sobre los objetos que allí se encontraban. En esta sala también nos encontramos la reproducción del mosaico encontrado en Pompeya sobre Alejandro en la batalla de Issos, y varios relieves sobre diferentes construcciones persas. Esta sala estaba junto a la siguiente ya que hablaba del mismo tema, en la cual vimos objetos, como, una cratera, donde se mezclaba el vino y el agua o una estatua de Penélope.
“Salas 4 y 5-Babilonia” en esta sala vimos varias objetos y restos de construcciones de su conquista en Babilonia, como por ejemplo, frisos o bajorrelieves. Más tarde entramos en las “Salas 6 y 7-Organización militar” esta fue una de las mejores salas, ya que no solo podías ver las armas y partes de armaduras típicas, con las que luchaban los guerreros macedonios y relacionados, sino que también te podías probar unos cascos similares, allí pasamos la mitad del tiempo que duro la exposición. Además en medio de esta sala había una “bañera” de la época, y un compañero de instituto (David García) y yo, nos acoplamos en la foto, de unas jóvenes de otro instituto, que estaban haciendo a este objeto. La “Sala 8-Helenismo en Oriente” era una de las salas más grandes y en ella vimos restos de construcciones helénicas y alguna escultura como la del Príncipe Elimaida a tamaño real. Además en cada una de estas salas a los laterales encontrábamos unos lugares en los que nos podíamos sentar a descansar y desde donde se podían ver unos videos relacionados con cada sala.
Ya en el final de la exposición nos encontramos con la “Sala 9-Del Helenismo al budismo” que como su nombre bien indica estaba dedicada al cambio sufrido en Asia hacia al cultura budista, y en la que encontrábamos diferentes objetos de esta cultura. Y tras esto un largo pasillo que llevaba hacia la salida y en la que encontrábamos diferentes bustos y objetos de gran tamaño sobre Alejandro, esta era la última sala la “Sala 10-Alejandro en España”. Después de esta sala llegamos una tienda de recuerdos, donde el objeto más barato eran unos lápices flexibles de Alejandro Magno que valían un euro y medio aproximadamente y por el contrario el objeto más caro era una Rodela de 1700 euros aprox. Al terminar de ver la tienda podíamos recoger los objetos depositados en el ropero y quien quisiera dejar su recuerdo en un libreto que allí se encontraba. Volvimos al metro y este nos llevo a nuestros respectivos barrios donde cada uno volvió a su casa.
lunes, 7 de febrero de 2011
Corazón de oscura noche
Ya se acercaba la noche, esa noche tan misteriosa, aquella en la que todo tipo de criaturas de las sombras salen, aquella en la que lo normal se vuelve misterioso, esa noche en la que tú y yo por fin nos encontraríamos. Lento… el tiempo pasaba lento. Yo, sentado en la cama, miraba desesperado el reloj, aquel reloj que años atrás me había regalado mi abuelo y que tras su muerte lo había guardado como un tesoro, pero las agujas del reloj parecían que no se movían y una gran angustia me inundaba. Me volví a sumergir en mis pensamientos, y allí recordé paso a paso lo que aquella noche tenía que hacer.
Ya casi era la hora, pero mis nervios me arrebataron la paciencia y salí antes de lo previsto. Llevaba una especie de túnica negra con un gran capuchón que me había dado Gabriel, o por lo menos, así hacía llamarse él. Atravesé el umbral de la ventana y baje trepando por la pared, rápidamente corrí hacía la oscuridad y quede camuflado entre las sombras de aquella noche oscura y misteriosa.
Llegue a una placita donde no había apenas luz, en sus alrededores grandes plantas la habitaban y en el medio de de esa oscura plaza, una pequeña fuente parecía que alguna vez la había adornado, junto a ella tal y como estaba planeado se encontraba Miguel, que al igual que yo vestía con una gran túnica. Él me condujo hasta el lugar indicado, durante todo el trayecto no dirigimos palabras. Al llegar vi que era una casa, donde tú y yo por fin nos encontraríamos. La casa estaba claramente abandonada y prácticamente en ruinas, en sus muros crecían grandes hiedras que la recorrían de arriba a abajo, sus piedras estaban recubiertas de musgo y la madera estaba podrida por la humedad.
Miguel me hizo una seña para que entrara, y así hice. Abrí la puerta y al empujarla sonó un agudo chirrido que me hizo estremecer. Miguel esperó fuera y la puerta se cerró tras de mí. El interior de la casa era de la más negra oscuridad, excepto por tres luces que parecían ser sostenidas por personas. Las tres, vestidas igual que yo, rodeaban una gran piedra en forma de altar y a su lado había grandes vasijas. No esperamos mucho hasta que la puerta volvió a chirriar, tras ella aparecieron tres hombres, uno de ellos sostenía una luz, los otros dos llevaban en brazos un saco. El primero claramente era Gabriel ya que su túnica se distinguía de todas las demás por dos grandes franjas rojas, una horizontal y otra vertical, que se cruzaban en la espalda. Los dos hombres que le seguían depositaron el saco encima de la piedra.
Gabriel me hizo una seña para que me acercase, al hacerlo sacaron del saco una muchacha de unos dieciséis años, amordazada y atada de pies y manos. Empezaron a derramar sobre ella las vasijas, una de ellas contenías sangre de cerdo y su hedor casi me hace vomitar. Gabriel sacó de la túnica un puñal y me lo ofreció, depositándolo con delicadeza sobre mis manos. En él pude observar su deslumbrante brillo, su empuñadura era de oro macizo adornada con joyas preciosas. La hoja, de un filo inigualable, contenía una inscripción en ella, en alguna lengua antigua. Según una antigua leyenda había sido forjada por un Dios y templado a unas temperaturas inhumanas, cuentan que un día los dioses lo perdieron y bajo las arenas del desierto, la Reina de Egipto lo encontró, decidió adornarlo con las mejores joyas que poseía. Tras su muerte fue sepultado con ella, tiempo después el lugar fue asaltado y el puñal robado, nunca más se volvió a saber de él.
Ya estaba todo preparado y yo dispuesto a hacerlo, o eso creía. Empuñe con firmeza el puñal, lo coloque sobre mi pecho, lo alcé. Sabía que no debía hacerlo pero me fije en su rostro y… distinguí una cara conocida. Aquella muchacha a la que yo estaba a punto de matar, tenía nombre, Elisabeth Virgin, de pequeños jugábamos juntos, y mi madre me la solía poner de ejemplo ya que pese a tener que cuidar de sus hermanos era una estudiante nata, además hace poco me contaron que había empezado a salir con un conocido mío. Pero pese a todo eso, era la única manera de poder estar contigo, asique olvidé cuanto sabía de ella, alcé el puñal y lo clavé en su pecho. La sangre me salpicó el rostro pero no impidió que retorciera el puñal de un lado a otro. Rápidamente un escalofrío me recorrió el cuerpo, era inmenso e infinito, sentí tus manos sobre mí, me acariciaban con suavidad y una leve brisa me hacía sentir que flotaba. Lo que fue un segundo me pareció que era una eternidad junto a ti. Pero acabó y caí desplomado al suelo.
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