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Muro de la amistad. |
El otro día hablando con un amigo, salió el tema, sin saber cómo, de la curiosa manera en la que nos conocimos. Nos pusimos a reflexionar sobre diferentes maneras en las que hemos conocido gente y cada una era más extraña que la anterior. Lo apasionante de estas historias no solo es vivirlas, si no también, unos años después poder recordarlo con esa persona o poder contárselas a otras personas, y cuando seas viejuno y chochés puedas contar a tus hijos la intrepidante historia de cómo conocí a….
Empezamos hablando de las típicas maneras de cómo conocer a alguien, que son… porque compartes clases o trabajo, que te le presente un amigo, que vuestros padres sean amigos, la gente del pueblo, familiares, et cetera. Aparte de estas hay otras mil maneras en las que conoces gente y cada una distinta y más apasionante. Ahora os contare algunas de mis historias y de la gente que en ellas conocí. Por ejemplo, está esa gente que conoces en los botellones cuando vas muy pedo y hablas con cualquier persona aunque no la conozcas, por no hablar de esa gente con la que compartes alguna afición y estés donde estés no puedes dejar de hablar con ella, esto como bien he dicho puede suceder tanto en botellones como en conciertos, expos, firmas o cualquier lado.
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MURO, grupo de mi primo. |
También está mi extraña manera de conocer gente por “mi primo el batería de MURO” ya porque mis amigos le digan a la persona que soy el pesa’o que tiene un primo que es batería de MURO, o por la pequeña posibilidad de que la persona conozca MURO y lo flipe con migo. Otro de los lugares donde más migas se hacen son en las colas de los lugares como pueden ser la de un concierto o la de una firma de discos, la larga espera te acaba permitiendo mantener una relación con cualquier persona; como una vez que junto a dos amigos fuimos a la firma de discos de FITO & LOS FITIPALDIS, en la que permanecimos 5 horas de espera y mientras tanto conocimos a diversa gente con la que nos intentaríamos colar como fuera o fuese en el FNAC, pero esta historia ya la contare otro día.
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Hawaiano, plaza Santa Ana. |
Otra historia es la del Hawaiano, en esta un amigo mío había quedado con dos chavalas y nos acoplamos yo y otro chavalín. Una vez nos encontramos, como no teníamos plan, propuse ir a un hawaiano que conocía en la plaza Santa Ana, al ver que este estaba cerrado y sin conocer apenas a las chavalas una cogió y me llamo LERDO, mote el cual se me ha quedado hasta nuestros días. Después también hay gente que conoces porque son novi@s de tus amig@s. También hay gente que… simplemente… conoces, es gente que no recuerdas cuando la has conocido y que poco a poco has ido teniendo contacto con ella, y otra gente que ni siquiera sabes de que la conoces, de la cual tengo otra aventura que contar, esta no trata de mi sino de un amigo mío que vaya por donde vaya, saluda y le saluda casi todo el mundo y en muchas ocasiones le he preguntado, -¿De qué conoces a esa?- a lo que él me contesta, -No tengo ni idea.-
Pero ante todas, una de las que más me gusta contar, es la historia que al principio os contaba de cómo nos conocimos mi amigo y yo. Era un caluroso día cercano al verano, tanto en su clase como en la mía, no teníamos clase por razones que desconozco. El andaba sentado en unos escalones y junto a un amigo de mi clase que era amigo suyo nos acercamos a hablar con él y estuvimos debatiendo sobre interesantes temas que teníamos en común como series, películas, videojuegos y música con lo que estuvimos hablando un buen rato. Un rato después unas amigas mías habían cogido una cuerda y estaban jugando al Limbo, a lo que nos apuntamos. Él quedo alucinado de cómo jugaba al limbo, y flipo cuando le conté que hacia Wu-shu (Kung-fu). A partir de ese momento cada vez que nos cruzábamos me preguntaba por mis aventuras, y le gustaba poner a cualquier cosa que me perteneciera el prefijo Ros-, poco a poco nos fuimos juntándonos más, hasta acabar siendo uno de mis mejores coleguis y compañero de bebercios. Por todo y por eso GRACIAS VIBI.
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Mi alocado amigo Vibi. |
Siempre tendré una interesante aventura que contar.